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En esta pestaña podrás encontrar información contextual sobre los lugares que se presentan en el mapa. Hemos resumido la historia de la Ciudad Universitaria como introducción pero si te interesa en detalle algún aspecto o quieres ampliar la información puedes consultar la pestaña "recursos de interés" (anímate a pasarte de cualquier forma, seguro que algo acaba por interesarte)

Estatuta "Los portadores de la antorcha" frente a la Facultad de Farmacia. Imagen de Carlos Teixidor Cadena, 2015, Wikipedia
Historia
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Ciudad universitaria es un complejo urbano que aloja múltiples universidades y servicios. Su origen se encuentra en el Real decreto número 137 de 1927 por el cual Alfonso XIII impulsa la construcción de un campus universitario en los terrenos de la Moncloa. Este Real Decreto conforma una Junta Constructora conformada por personajes de la élite madrileña y por el propio Rey. Dicha Junta pasará algunos meses viajando por diferentes universidades europeas y norteaméricanas observando sus modelos arquitectónicos y urbanísticos para, con esta inspiración, decidir un diseño para Madrid. Podéis consultar más información sobre este viaje pinchando aquí.
Finalmente, la Ciudad universitaria mostrará una combinación de diferentes estilos: el esquema inglés de “college+sports”, la combinación alemana de seminarios y laboratorios, la unidad administrativa española tradicional y el “campus norteamericano” […] que ofrece: alojamiento próximo y variado, facilidad de accesos, utilización intensiva, servicios suficientes para no depender de otros recintos urbanos… (Chías, 1986:20) (1)
Durante el periodo de la Segunda República (1931-1936) se desarrolla básicamente el proyecto elaborado por la Junta Constructora de Alfonso XIII, llegando a inaugurarse algunas facultades y quedando otras en avanzado estado de construcción antes del estallido de la Guerra Civil (1936-1939). Por ejemplo, se inauguraría el domingo 15 de enero de 1933, una parte de la Facultad de Filosofía con lo que se iniciaba la vida docente en la Universitaria con 980 alumnos matriculados (Chías, 1986:139). La Escuela de Arquitectura también funcionaría unos meses durante el 1936 antes de la guerra. Para hacernos una idea del paisaje que presentaba el campus en el momento del estallido bélico en el campus, podemos recurrir a Chías (1986:151) quien describe:
Para entonces, (octubre del 36) debían estar en disposición de inaugurarse totalmente terminados, incluso con mobiliario y material fijo de laboratorio, las Facultades de Filosofía y Letras, y Farmacia, y la Escuela de Arquitectura, una parte de los campos de deporte y algunas residencias de estudiantes. La Facultad de Medicina para los estudios preclínicos estaba prácticamente terminada […]. También el Clínico, la Escuela de Odontología se encontraban construidos, a falta de ciertos oficios e instalaciones. La Facultad de Ciencias, en sus secciones de Física y Química, se encontraba en avanzada edificación; mientras que la sección de Naturales se encontraba cimentada […]. La Facultad de Derecho no se había comenzado aún […]. Las obras continuaron durante el verano hasta que la proximidad de la guerra hizo imposible su prosecución.
Las diferentes fases de construcción y los cambios de planes que sufre el proyecto continuamente pueden ser apreciados en los planos de los proyectos que puedes consultar en las siguientes imágenes:

Plano del inicio de la construcción de Ciudad universitaria en el que se recoge cómo esta el terreno previo inicio del proyecto. Recuperado de "La Ciudad universitaria de Madrid: génesis y realización", Pilar Chías Navarro, 1986

Recuperado de "La Ciudad universitaria de Madrid: génesis y realización", Pilar Chías Navarro, 1986

Recuperado de "La Ciudad universitaria de Madrid: génesis y realización", Pilar Chías Navarro, 1986

Plano del inicio de la construcción de Ciudad universitaria en el que se recoge cómo esta el terreno previo inicio del proyecto. Recuperado de "La Ciudad universitaria de Madrid: génesis y realización", Pilar Chías Navarro, 1986
Debido a su situación como frente de guerra, la universitaria quedó gravemente afectada al finalizar la guerra, aun podemos observar algunas de las cicatrices en sus edificios. Los destrozos bélicos, sobre todo debido a los bombardeos y a las minas, fueron cuantiosos y, en ocasiones, irreparables, de hecho, algunos edificios llegarían a desaparecer para siempre como el Asilo Santa Cristina, el Instituto Rubio, el Instituto Príncipe de Asturias y el Instituto de Higiene (Chías, 1986:159); en la inmediata posguerra la rapiña subiría las cifras de pérdidas y éstas acabarían estimándose en 1940 en más del 40% de lo construido. (Chías, 1986:22). Por todo ello, tuvieron que comenzar de nuevo trabajos de construcción esta vez bajo el régimen franquista. El 10 de febrero de 1940 se promulga la Ley que organiza una nueva Junta Constructora para la Ciudad universitaria. Las inauguraciones de la mayoría de edificios del campus se darían entonces entre 1943 y 1945. Esta nueva etapa de la historia de Ciudad universitaria comienza de la mano de la Ley de Ordenación Universitaria de 29 de junio de 1943, por la que el régimen ordenaba las enseñanzas universitarias de acuerdo a los valores de la dictadura. Los actos de inauguración también estuvieron imprégnanos del imaginario franquista. El 12 de octubre de 1943 se inauguran los cinco primeros edificios en retomar la vida universitaria. Ese mismo día del año 1945 se inaugurarían la Escuela de Odontología y la Facultad de Ciencias Físicas.
Bastarían estas características para delinear el profundo espíritu infundido por el Estado a la nueva Universidad española, que con esta organización puede responder a los poderosos principios inspiradores: Dios y la Patria. Universidad católica, porque es la suprema ciencia y la más soberana verdad. Universidad española, porque sin servir a la Patria como poderoso instrumento educador de sus hijos, su misión se falsea y se convierte en centro subversivo, del que brotan, en lo ideológico y en lo moral, nefastas aberraciones del espíritu. Como la ciencia es una, una es también la verdad de España, y esta verdad constituye para los españoles un código sagrado en el que hay que formar a las generaciones estudiosas, so pena de un delito de lesa patria. - Extracto del discurso pronunciado por Francisco Franco en los actos de 1943. Puede consultarse el resto del discurso y la noticia del acto pinchando aquí.
Con los años el conjunto de la Ciudad universitaria se iría ampliando, incorporando al espacio colegios mayores, por ejemplo. El campus, diseñado en su origen como una isla sin gran conexión con la metrópoli, se iría integrando con Moncloa bajo los planes urbanísticos franquistas conectándolo con edificaciones de otro tipo como el Museo de América y el Palacio de la Hispanidad, que luego se sustituiría por el Instituto de Cultura hispánica. Todas ellas reflejando la narrativa imperialista del régimen. También se dota de un espacio privilegiado al Ejército del Aire junto al Arco de Triunfo en honor a Franco. En él comenzaba la lección de patriotismo y recuerdo de la cruzada. (Chías, 1986:197)
La historia de la Ciudad universitaria no está marcada solo por la proyección de los valores franquista sino por la vida estudiantil que surgía de sus facultades. A lo largo de las décadas de historia del campus se han sucedido los movimientos estudiantiles asociados a diferentes causas, entre ellas el antifranquismo.
Uno de estos momentos de la historia de Ciudad universitaria se dio en 1947 un grupo de estudiantes pintaron la fachada de la Facultad de Filosofía y Letras con las palabras "Viva la universidad libre", "Lorca", "Machado", "Miguel Hernández". En 1948, algunos miembros de la organización responsable de las pintadas -la FUE Federación universitaria escolar- fueron detenidos, entre ellos Albina Pérez, Nicolás Sánchez-Albornoz y Manuel Lamana, estos últimos fueron sentenciados a cárcel y acabaron cumpliendo trabajos forzados en el Valle de Cuelgamuros. A pesar de que estas pintadas fueron borradas por el gobierno de Cifuentes (4) la ingeniosa idea de una compañera de la Facultad de Química, Mercedes Vega, de utilizar en la mezcla de la pintura nitrato de plata no solo sirvió para que las pinturas no fuesen vistas hasta la mañana siguiente de ser realizadas sino que hizo posible que dejasen una marca sobre la piedra además de una bonita metáfora sobre las cicatrices de la memoria.
Este es solo un ejemplo de los muchos destacables que vive la Universidad como el abril de 1956 cuando “los hijos de los vencedores y de los vencidos” (5) salen en las primeras manifestaciones estudiantiles de las dictadura desde la Facultad de Derecho, entonces en San Bernardo, o el conocido concierto de Raimon en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas en mayo de 1968 que se convirtió en un evento multitudinario (6).
La transición también fue un momento de gran implicación estudiantil, incluso a costo de su seguridad y vida, como recogían las crónicas del ABC:
Su reducida actividad se vería completamente interrumpida al poco tiempo cuando el campus se convierte en una zona de guerra. La importancia de Madrid como capital la dota de un valor militar estratégico que convierte a la Ciudad Universitaria en un punto clave, no solo de la defensa de la ciudad, sino de la contienda a nivel nacional. La batalla por hacerse con esta posición estratégica es lo que hoy conocemos como la Batalla de Ciudad universitaria que tuvo lugar principalmente en el mes de noviembre de 1936 (si quieres saber más sobre la batalla puedes consultarlo aquí). Este frente sigo teniendo importancia durante diciembre del 1936 y principios del 1937 durante la Batalla de la Carretera de la Coruña, un nuevo intento sublevado por conquistar la capital. Posteriormente, los combates se trasladaron a otros escenarios: Guadalajara, Jarama y Brunete (2). Tras estos enfrentamientos, los frentes de ambos bandos quedan en una situación mayoritariamente estable hasta el final de la guerra.
La situación quedaría finalmente cristalizada [desde finales de noviembre de 1936] hasta el final de la guerra de la forma siguiente: las tropas nacionales ocupaban una bolsa en la Universitaria conectada con la Casa de Campo por la “Pasarela de la Muerte”, los edificio (o lo que de ellos iba quedando) en los que se situaron fueron: el Clínico, el Asilo de Santa Cristina, el Instituto de Higiene, la zona de residencias, las Escuelas de Agrónomos y Arquitectura, la Casa de Velázquez y el Palacete. En el resto de los edificios y en el Parque del Oeste se situaron las fuerzas republicanas a distancias de 50 metros del enemigo. […] Mantendría una situación de frente permanente y estabilizado en la Universitaria y procedería inmediatamente a comenzar las fortificaciones, las trincheras, refugios, caminos de evacuación, etc. (Chías, 1986:157)
De esta forma, los edificios una vez diseñados para la docencia y la vida académica se convirtieron en centro recepción de brigadistas internacionales, en cuarteles y en verdaderos campos de batalla. Para conocer en detalle las circunstancias de cada edificio puede consultarse el apartado "Mapa de la Memoria".
La Batalla de Ciudad universitaria
La batalla de la Ciudad Universitaria propiamente dicha tuvo lugar en el mes de noviembre de 1936. El 6 de noviembre el avance nacional sobre Madrid quedó detenido en el Cerro Garabitas, una pequeña elevación próxima al río Manzanares y que dominaba la Casa de Campo. En la madrugada del 8 de noviembre comenzó el ataque franquista sobre Madrid, que consistía en un avance en varias líneas entre la Ciudad Universitaria y la Plaza de España, hacia el barrio de Argüelles. De las cinco columnas del General Varela y el Coronel Yagüe, la primera, la de Asensio, cruzaría el Manzanares directamente debajo del Paseo de Rosales y subiría para tomar la Cárcel Modelo y el Cuartel de Don Juan. La columna del comandante Castejón cruzaría más a la izquierda y se instalaría en la Fundación del Amo, en la parte de la Ciudad Universitaria más próxima a Madrid. Delgado Serrano, por la derecha, tenía que conquistar el Cuartel de la Montaña, con lo que quedarían a tiro el Palacio Real y la Gran Vía. Los comandantes Barrón y Tella avanzarían por el barrio de Carabanchel, para hacer creer que el ataque principal venía del sur. Estas cinco columnas dirigidas por mandos africanistas estaban compuestas en su mayor parte por legionarios y marroquíes. La ofensiva sobre Madrid, sin embargo, se encontró con una tremenda resistencia por parte de las milicias republicanas y acabó fracasando. El día 15 de noviembre, el General Varela ordena reanudar el ataque con apoyo de blindados4. La columna del comandante Asensio consiguió establecer una cabeza de puente en el Manzanares tras tres intentos fallidos y después de un fuerte bombardeo las tropas nacionales atravesaron el río a la altura de la Ciudad Universitaria. Contingentes de dos tabores de moros y una bandera de la legión fueron ocupando los edificios del campus. La XI Brigada Internacional fue enviada entonces para defender las facultades mientras cada vez más soldados del ejército sublevado iban cruzando el río. En poco tiempo, la mayor parte de la Universidad se encontraba manos de los nacionales. La lucha edificio por edificio y habitación por habitación afectó sobre todo a la Casa de Velázquez, las Facultades de Medicina, Odontología y Farmacia y el Hospital Clínico. La batalla de la Ciudad Universitaria se prolongó hasta el 23 de noviembre, cuando los dos ejércitos, exhaustos y sin reservas, se dedicaron a fortificar sus posiciones. Tres cuartas partes de la Universidad quedaron ocupadas por el ejército sublevado. Durante el resto del conflicto se siguieron construyendo trincheras, nidos de ametralladora, refugios y búnkeres en el campus, pero el frente no se modificó apenas.
La zona de la Ciudad Universitaria continuó jugando un papel clave durante el mes de diciembre de 1936 y los primeros meses de 1937. La Batalla de la Carretera de la Coruña5, un nuevo intento franquista por conquistar la capital, tuvo lugar a partir del 13 de diciembre a menos de dos kilómetros al noroeste del campus y los combates en esta zona del frente no aminoraron hasta que la guerra se trasladó a otros escenarios: Guadalajara, Jarama y Brunete.
Ruibal, Alfredo González, Manuel Sánchez-Elipe Lorente, and Santiago Lorente Muñoz. "Guerra en la Universidad: Arqueología del conflicto en la Ciudad Universitaria de Madrid." Ebre 38: revista internacional de la Guerra Civil, 1936-1939 (2010): 123-143.
Recursos citados
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1) Chías, Pilar. "La Ciudad Universitaria de Madrid, génesis y realización." Madrid: Ed. Universidad Complutense (1986).
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2) "Guerra en la Universidad: Arqueología del conflicto en la Ciudad Universitaria de Madrid.", Ruibal, Alfredo González, Manuel Sánchez-Elipe Lorente, and Santiago Lorente Muñoz. Ebre 38: revista internacional de la Guerra Civil (2010). Disponible aquí
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3) "El frente de Ciudad universitaria",Juan Antonio González Cárceles, 2008. En: "La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid en la Segunda República. Arquitectura y Universidad durante los años 30.". Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, Ayuntamiento de Madrid, Fundación Arquitectura COAM Disponible aquí
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4) "¡Viva la Universidad libre!: la pintada antifranquista que llevó a la cárcel a dos activistas y que revive 70 años después", El diario, leer aquí
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5) 1956: el movimiento estudiantil antifranquista nace en San Bernardo", El Diario, leer aquí
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6) "No olvidaré nunca aquel 18 de mayo en Madrid": 50 años del concierto de Raimon", El confidencial, leer aquí